En el desarrollo de los niños es habitual encontrarse con conductas de desatención, inquietud, llantos sin un motivo aparente, temores y regresiones a etapas anteriores del desarrollo; sin embargo todo ello se presenta de forma esporádica y no compromete su adaptación a nivel escolar, social, ni afecta su autoestima, pero, estas conductas cuando exacerban su frecuencia e intensidad y empiezan a tener un impacto en sus relaciones con los compañeros o en su rendimiento académico, se consideran como señales de alarma para acudir a un especialista.
- Intranquilidad y dificultad para mantenerse concentrado
Los niños necesitan moverse y mientras más pequeños son, es menor el tiempo de atención que pueden sostener en una actividad, sin embargo cuando su inquietud se da de una forma exacerbada y afecta su aprendizaje, es mejor acudir a un psicólogo con el fin de identificar cuáles son las causas a nivel emocional podrían ser asociadas a nerviosismo, o a nivel del desarrollo del niño podría ser un problema de aprendizaje ligado a déficit de atención con hiperactividad.
- Presentar conductas de “bebé”
Cuando un niño ha dado “un paso atrás” se refleja en comportamientos tales como: hacerse pis, chuparse el dedo lápiz o la ropa, hablar como un bebé cuando ya ha logrado manejar un vocabulario más desarrollado, jugar con sonajeros, entre otras… todas estas son conductas que están asociadas a una búsqueda de sentimientos de seguridad y protección, son una manera de expresar que hay algo que el niño no puede resolver por sí mismo, y que necesita ayuda es el momento de buscar a un especialista en psicología.
- Conductas agresivas o de aislamiento
Cuando un niño presenta comportamientos hostiles o agresiones, está reflejando que le ocurre algo con lo que no puede lidiar; es necesario acudir al psicólogo para descartar las causas de esta conducta ya que generalmente están asociadas al maltrato o bullying. Por otro lado el aislamiento suele ser un mecanismo de defensa que impide al niño llegar a disfrutar de las relaciones sociales con sus pares, y podría ser una señal de que hay inadaptación al ambiente escolar, sentimientos de rechazo o posiblemente un problema en su desarrollo asociado con autismo.
- Somatizaciones
Las somatizaciones son todas aquellas dolencias físicas sin una causa médica que las explique, dolores de cabeza, estómago, problemas de la piel, entre otros…podrían estarse reflejando físicamente, pero como una dificultad psicológica subyacente que el niño no puede resolver o afrontar por sí mismo, por lo tanto es recomendable buscar ayuda en un profesional en psicología que identifique los factores que están provocando que este mecanismo psicológico se active.
- Desfase en su desarrollo
Algunos de los desfases que se evidencian con frecuencia en los niños son: retraso en el lenguaje, dificultad para hablar con claridad, problema para seguir el ritmo de aprendizaje en lectura, escritura o manejo de números, por lo tanto estas son señales que pueden dar cuenta de problemas en el desarrollo del lenguaje/problemas de aprendizaje específicos y por lo tanto es completamente necesario consultar con un psicólogo que impida que esto continúe asentándose y perjudicando el desarrollo integral del pequeño.