Cuando un niño presenta dificultades al momento de comunicarse generalmente los padres de familia o pacientes no están seguros a cuál profesional dirigirse, en ocasiones es difícil reconocer signos que alerten alguna dificultad en los niños dejando pasar el tiempo esperando que el niño lo supere solo.
Lo más conveniente es asistir a un terapeuta del lenguaje el cual se encarga de prevenir, evaluar, diagnosticar y seguir un tratamiento de rehabilitación o habilitación de las destrezas lingüísticas, problemas de la articulación y del habla, así como los trastornos asociados a la comprensión del lenguaje oral y a su expresión.
Algunos trastornos del lenguaje están asociados a daños cerebrales, lesiones auditivas, déficit intelectual o deficiencias motoras, generalmente durante el periodo de adquisición del lenguaje es donde se presentan en mayor frecuencia las alteraciones más comunes que se pueden solucionar con una intervención temporal. Al mismo tiempo el trabajo del terapeuta consiste en informar, orientar y apoyar a la familia o pacientes.
A continuación se presentan algunas señales que alertan posibles dificultades:
- Habla infantilizada (propia de un niño más pequeño) y es difícil que un adulto le entienda en diferentes entornos.
- Vocabulario reducido y ausencia de nexos verbales como artículos y pronombres.
- Usa más gestos, señas y mímica para expresarse.
- Omite sonidos cuando pronuncia palabras. (“pofe” por “profe”).
- Sustituye un sonido por otro que le resulta más fácil de pronunciar. (“juga” por “jugar”).
- Lenguaje casi ininteligible.
- Respira con la boca abierta
Cuando existan dudas, se debe consultar a un profesional, quien guiará en el proceso. En el caso de la terapia en niños siempre es más exitosa cuando se inicia tempranamente.