CUANDO LA CONFIANZA SE ROMPE EN LA PAREJA
La confianza es uno de los pilares fundamentales en cualquier relación de pareja. Constituye el núcleo sobre el cual se construye una relación sólida y saludable, ya que se va construye directamente en base a los acuerdos que se establecen en la relación; por lo que su presencia permite que ambas personas se sientan seguras, comprendidas y valoradas. Sin embargo, cuando la confianza se rompe, ya sea por una traición, mentiras o cualquier tipo de engaño, la relación se enfrenta a una crisis que puede ser difícil de superar.
A continuación, exploraremos las causas de la ruptura de confianza en la pareja, las consecuencias emocionales que conlleva y cómo es su reconstrucción, si ambas partes están dispuestas a trabajar en ello.
Existen múltiples situaciones que pueden afectar la confianza en una relación, una de ellas es la infidelidad, tanto emocional como física. Cuando una persona en la relación busca intimidad o conexión emocional fuera de la pareja, el vínculo de confianza se quiebra profundamente. La infidelidad, sin embargo, no es el único componente que afecta a una relación, sino lo que esta implica: mentira y promesas incumplidas.
La deshonestidad en cualquier forma puede ser muy destructiva. Mentir sobre cuestiones grandes o pequeñas puede generar una sensación de inseguridad en la pareja, ya que el otro comienza a cuestionar qué es real y qué no en la relación. De la misma manera, hacer promesas y no cumplirlas puede dañar profundamente la credibilidad y la confianza. Estas promesas no cumplidas generan frustración, resentimiento y desconfianza en la otra persona. Si tomamos en cuenta que, al momento de establecerse una relación de pareja, se establecen también acuerdos, la infidelidad, mentira e incumplimiento hacen que estos acuerdos no se respeten y por lo tanto haya inestabilidad y desequilibrio en la relación.
Cuando la confianza se rompe, las emociones pueden ser abrumadoras y variadas. Entre las más comunes encontramos el dolor emocional de la persona afectada, sensación de vulnerabilidad al no saber qué acuerdos se rompieron y cuáles se respetaron, inseguridad y miedo, ya que la persona que ha sido traicionada puede comenzar a cuestionar su propio valor o capacidad de juicio a la vez que teme volver a ser herida, resentimiento y desconfianza constante al no tener la seguridad de que no se repita.
Como podemos notar, son muchos los sentimientos que van a estar en juego para la persona afectada. Por otro lado, estos también van a tener una repercusión en la pareja que ha roto el acuerdo, como puede ser el sentimiento de culpa, y también en el vínculo de pareja como tal. Es decir, la dinámica de pareja necesariamente va a cambiar.
Si bien la ruptura de la confianza es un golpe severo para cualquier relación, no significa necesariamente el fin de la misma. Es posible reconstruir la confianza, pero esto requiere tiempo, esfuerzo y un compromiso genuino de ambas partes. Este proceso va a incluir momentos para asumir la responsabilidad, trabajar en una comunicación abierta y asertiva, restablecimiento de límites, acuerdos y tiempo para que se pueda sanar de ambas partes. Como podemos ver, es un proceso que conlleva su complejidad, por lo que en muchos casos la mejor ayuda, para acompañar y guiar este proceso es un terapeuta de pareja.
En conclusión, podemos decir que la ruptura de confianza en una pareja es una experiencia devastadora que pone a prueba el amor, la seguridad y el compromiso mutuo. Sin embargo, aunque el camino hacia la reconciliación es desafiante, no es imposible. Con un esfuerzo constante, una comunicación abierta, un compromiso sincero y la guía de un profesional, muchas parejas logran reconstruir su relación, incluso más fuerte que antes.
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